12 septiembre 2006

Nueva vacuna

Tal vez el deseo de sentirnos dioses –poder otorgar y quitar la vida-, destruir y deleitarnos con el sufrimiento de los otros, provenga de manera innata en el ser humano. Pero, evidentemente, nos dotamos de un sistema de valores que puede producirnos horror ante tales hechos de manera “casi instintiva”. Pero veamos como triunfan las “películas de acción” norteamericanas, y el morbo que produce ver escenas de violaciones y atrocidades múltiples en el espectador. Los cineastas lo saben, los productores de telediarios televisivos lo saben… las imágenes que más triunfan son las más sangrientas (reportajes del 11 M en Madrid, etc.).

La “fiesta nacional” del estado español es una muestra vergonzosa de como el ser humano puede deleitarse con el sufrimiento de un animal, dado que deleitarse con el sufrimiento de una persona es “casi” “políticamente incorrecto”.

Pero bueno, mi amigo Garrofaire ha encontrado un antivirus para ello y lo propuso hace varios días en su blog. Dicho antivirus no lo creó él porque no es médico, pero la ha hecho llegar a través de su página y yo quiero transmitirlo también a través de la mía para ver si así puede llegar a mayor parte de la población y que la vacuna pueda extenderse más rápidamente y con mayor efectividad.

Os invito a vacunaros contra el virus de la “fiesta nacional” si ya no estáis vacunados contra él, y si lo estáis os puede servir como dosis de recuerdo:

MATAR POR DIVERSIÓN (fichero pdf)

***Imagen/fotografía

08 septiembre 2006

Aquel verano del 92...



Corrían los tiempos en el año 92. Era Cali, Santiago de Cali, Colombia. Agosto. Calor, color, exhuberancia, magia. Eramos los dos tú y yo solos. Era poesía, era una canción...

Fotografia: Jordi Gomara. El gato del río. Santiago de Cali, Colombia. Verano de 2006

Enlaces relacionados:

*Letra de la canción

*Maria Bethania

*Joan Manuel Serrat


*Las canciones de Itaca2000

*Sinceramente teu

02 septiembre 2006

'dios ahoga pero no aprieta'



Cuando los EE.UU. empezaron los ataques contra Irak, la gente salimos a las calles a protestar masivamente. Era un acontecimiento nuevo y muy sonoro en los últimos años. Hacía décadas que no se daba un golpe de efecto tan ruidoso perpetrado por los “capos” de nuestras democracias modernas, occidentales, liberales, de nuestro ejemplar “Estado del Bienestar”.

En aquel momento hicimos gala de valentía y gran fuerza contra las personas que supuestamente “gobiernan en democracia” pero que actúan de forma arbitraria, tal y como queda demostrado un día tras otro. Aun así el sr. Bush volvió a salir ganador en las elecciones y con muchos más votos que la primera vez que se presentó.

Gastamos muchas energías entonces y nuestra voz no fue escuchada. Al fin y al cabo, el cambio de gobierno en el estado español fue precedido por un acontecimiento desagradable y una manipulación informativa del gobierno anterior del PP. Si no hubiera sucedido “todo aquello que pasó”, muy probablemente nuestro presidente estatal actual sería el sr. Rajoy y no el sr. Zapatero.

El hecho de que las tropas españolas fueran retiradas del estado iraquí se dio a cabo presumiblemente por una promesa electoral del actual presidente del gobierno español (el cual no cumple siempre sus promesas, como bien todos ya sabemos), y porque evidentemente esa promesa electoral era una estrategia para conseguir votos, como también lo fue la de “aprobar el estatuto que saliera del parlamento catalán”, pero como los catalanes somos menos y encima la mitad se mostraba indiferente a tal hecho, no era necesario cumplir todas las promesas electorales.

Bien, la cuestión es que ahora nos hallamos con nuevos ataques brutales contra intereses árabes por parte del aliado de EE.UU. y la Plataforma contra la Guerra vuelve a convocarnos a manifestaciones y otras actividades diversas, pero como que ya estamos vacunados, ahora nos preocupa más pensar en como sube el gasóleo, en como sube la vivienda, los alquileres, los alimentos, en como nos estrangulan en el trabajo, en como sube el IPC con respecto al sueldo, etc.

O ¿no es cierto? O ¿será que también estamos vacunados contra todo ello? O ¿será que nuestro sistema funciona de tal manera que la primera vez que nuestros “capos” se pasan algo más de la cuenta nos escandalizamos, pero puesto que “dios ahoga pero no aprieta o aprieta poco a poco” nos vamos adaptando paulatinamente a los nuevos dictadores de “traje y corbata” y parlamento democrático, y volvemos a votarlos una vez tras otra y “que vayan haciendo” que nosotros ya tenemos suficientes problemas y otras preocupaciones de índole más personal?